El mercado de seguros de personas argentino tiene posibilidades de duplicarse en el corto plazo a partir de reglas de juego más claras para el sector, y para potenciarlo será clave apostar a la actualización de los estímulos fiscales, medida que estaría conectada con la sanción de la nueva Ley de Mercado de Capitales, la digitalización de la actividad y a la generación de mayor conciencia aseguradora a fin de potenciar el segmento de seguros individuales. En estos conceptos coincidieron funcionarios y especialistas en el X° Seminario Internacional de Seguros de Vida y Retiro organizado por AVIRA, Asociación Civil de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina.

Ante un auditorio de cerca de 700 referentes del sector asegurador, el Superintendente de Seguros de la Nación, Juan Pazo, advirtió que “en los últimos 12 años se destruyó la confianza y ese fenómeno hizo caer la tasa de ahorro a niveles similares a los de 2001”, pero se mostró muy optimista al estimar que el mercado asegurador puede duplicarse en el corto plazo a partir de las nuevas políticas que se están implementando.

“Hoy estamos cambiando”, dijo el funcionario, y abogó por “trabajar juntos para recuperar la confianza” y no desaprovechar “la oportunidad de crecimiento del mercado asegurador”. El Superintendente afirmó que “el desafío para la Argentina es proteger al grupo familiar y su futuro y financiar un crecimiento sustentable”, y destacó la “oportunidad histórica que tenemos para hacerlo posible, gracias a las políticas de Estado de inclusión financiera, estabilidad y de desarrollo, que harán que la base de ahorristas crezca sustancialmente. La Argentina no tiene problemas en lo que son seguros patrimoniales, pero los seguros de Retiro no llegan ni al 20% del apenas 0,6% del PBI que representan los seguros de personas. Esto repercute en la gestión de activos que fortalece el mercado de capitales, que es muy baja”, alertó. En relación a lo anterior, Pazo hizo referencia al protagonismo que poseen los planes voluntarios en las economías de los países de la región “El mundo no funciona con planes de pensión obligatorios, sino que hay que desarrollar el pilar voluntario, con productos que puedan resolver necesidades urgentes de la familia”.

En tanto, el Secretario de Servicios Financieros, del Ministerio de Finanzas de la Nación, Leandro Cuccioli, anunció que se estudia la posibilidad de que estas pólizas de seguro sean ajustadas por CER, que se actualicen los incentivos fiscales, congelados en valores de 1992, que el Poder Ejecutivo tenga la potestad de actualizarlos periódicamente y que el sector alcance los estándares de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Todo esto formaría parte de la Ley de Mercado de Capitales, pendiente aún de tratamiento legislativo.

Por su parte, el presidente de AVIRA, Mauricio Zanatta, remarcó la necesidad de ampliar el mercado de Seguros de Vida y Retiro en la Argentina, en especial el enfocado al segmento de contratos individuales, que representa ahora apenas el 15% del total del sector. Mientras que en Vida, el 70% corresponde al seguro colectivo (laboral) o el seguro de saldo deudor (por compras a crédito, Retiro –según un reciente informe de la Superintendencia de Seguros de la Nación- alcanza el 97% en los planes corporativos pero apenas un 6% en contratos individuales, mostrando una visible disparidad.

Además, se mostró confiado en que en el corto plazo el sector va a recibir novedades que permitirán ampliar el mercado de seguros de Vida y Retiro, haciendo referencia a una probable medida oficial respecto de la industria del seguro consistente en la actualización de los incentivos fiscales.

Durante el evento, expertos consideraron que el sector asegurador deberá incorporar “rápidamente” la digitalización en todos los procesos para adaptarse a la nueva realidad del mercado. Así lo afirmó el responsable de Operaciones de Seguros de Vida para América del Sur de Munich Re, Arturo Martín, al exponer sobre “Innovación digital”.

En tanto, el filósofo Santiago Kovadloff remarcó la necesidad permanente del ser humano de tener previsibilidad para planificar su vida. “Los seguros hablan de la previsión, del futuro, que es persuadir a alguien del efecto y las consecuencias del tiempo y de lo inesperado. Necesitamos una cultura que pueda comprender el lugar de donde provenimos y aquel destino hacia el que vamos y articular los mecanismos para ello. Por qué alguien se tendría que preocupar por su seguro de vida, si cree que va a estar bárbaro, casi que es inmortal. Eso es negar la temporalidad. Hay una vergüenza social en pensar la vejez y eso es un dilema cultural que impide a las personas tomar recaudos a lo que puede venir”, señaló.

Fuente: http://www.parlamentario.com/noticia-103943.html