NIMO

Las correcciones macroeconómicas que está ejecutando la nueva administración convierten al 2016 en un año de transición para el mercado de Caución. Se espera una repercusión positiva para 2017, a través de una mayor inversión extranjera directa (IED), un reencuentro con el mercado internacional de crédito para infraestructura y un comercio exterior que recupere competitividad, mercados y volumen.

Un momento de optimismo y tensa espera vive el mercado de caución con esta nueva administración que puede simplificar el 2016 es una sola palabra; transición. Los cambios en los principales presupuestos nacionales (Nación y Provincia) han generado una instancia de auditoría general que ha ralentizado los flujos de dinero habituales, producto de ciertas anomalías en los contratos vigentes. Asimismo, la herencia de una deuda de más de $ 15.000 millones con los principales contratistas del estado, han puesto a la nueva gestión en un breve financiero. El mercado proyecta crecer durante el 2016 un 27% a valores nominales, unos puntos por debajo del comportamiento del índice inflacionario. En términos de crecimiento real (deflactando por inflación), proyectamos un mercado prácticamente sin modificaciones. El Comercio Exterior (Garantías Aduaneras) y la Obra Pública (Garantías Contractuales), como pilares de nuestro negocio se encuentran en situaciones complejas, pero con perspectivas positivas en el mediano plazo. El primero de ellos refleja un fuerte retroceso de las Exportaciones, que generó como consecuencia una balanza comercial deficitaria (- USD 3.000) en el 2015, mientras que la Obra Pública vive un situación de revisión general por la nueva administración, demorando el flujo financiero habitual de este vital sector. Vemos con optimismo las correcciones macroeconómicas que se vienen ejecutando, esperando con ansias la repercusión positiva en la economía real a través de una mayor IED (Inversión Extranjera Directa), un reencuentro con el mercado internacional de crédito que se traduzca en créditos blandos para Infraestructura y un comercio exterior que recupere competitividad, mercados y volumen.

Avizoramos un 2016 dedicado a las correcciones económicas y los acuerdos políticos, sin síntomas de repuntes visibles durante el año corriente. Recién comenzado el 2017, prevemos un repunte de las principales variables que generarán nuevas expectativas en un segmento ausente en los últimos años, la Inversión privada. La segunda mitad del 2016 prevemos un sostenido apalancamiento basados en créditos de organismo internacionales (BID, BN, CAF), esperando la ansiada reacción de la inversión extranjera que mira con optimismo pero cierta cautela la situación local. La elecciones de mediano terminado en el 2017, juegan un rol determinante en la composición de las cámaras, pulseada que el oficialismo pretende ganar con indicadores económicos positivos ya comenzado el próximo año.

El perfil desarrollista que parece querer imprimir la nueva administración colaboraría al desarrollo de nuestra industria. Los potenciales Planes de Infraestructura anunciados, la reciente salida del default y una reapertura al mercado internacional generarían un escenario productivo para los seguros de caución. Organismos de crédito internacional (Banco Mundial, BID, etc.) disponen de partidas para la región, habiendo quedado Argentina relegada en la distribución de estos préstamos en los últimos años por la situación de default. Otro factor importante es el esperado regreso de la Inversión Extranjera Directa, teniendo en cuenta la normalización de ciertas variables (cepo, tipo de cambio único, deuda, DJAI, etc.) y una decisión política de mayor integración al mundo que generarían condiciones más amigables para su arribo. No observamos en el 2016 una recuperación del comercio exterior (Garantías Aduaneras), teniendo en cuenta la situación coyuntural de nuestros principales socios comerciales, aunque estimamos el regreso paulatino de algunos mercados desatendidos. Asimismo, se acaban de licitar interesantes proyectos mixtos (estado-privado) vinculados a potenciar la matriz energética a través de las Energías Renovables, cuya ley se encuentra recientemente reglamentada por el ejecutivo y que generará un importante flujo de inversiones de distintos sectores (público, privado y organismo internacionales), que tendrán condiciones ventajosas vinculado a las condiciones fiscales e impositivas.

Entre los planes más rimbombantes podemos nominar el “Plan Belgrano” que promete USD 16.000 millones en diez años para el Norte Argentino, y otros $ 200.000 millones para el Plan AMBA (Provincia de Buenos Aires) como así también otros desarrollos vinculados a hacer más competitivo las economías del interior a través de la mejora en la infraestructura logística (puertos, caminos, trenes, etc.). Los principales presupuestos (Nación, Provincia y CABA) detallan, dentro de sus prioridades, la Infraestructura en sus partidas de Inversión lo que generará una fuerte demanda de nuestros productos (Garantías Contractuales), como garantes de los principales contratistas del estado. Creemos que el Estado en sus distintas configuraciones (nacional, provincial, municipal), articulado con un mercado de crédito que se abre nuevamente y una Inversión Extranjera Directa que encuentra mejores condiciones en Argentina puede ser un cocktail positivo que generará interesantes perspectivas de mediano plazo.

Las necesarias correcciones macro de determinados desajustes, la eliminación del cepo, la normalización del comercio exterior, la unificación del tipo de cambio, una mayor integración con el mundo y el acuerdo con los Holdouts parecen poner nuevamente en condiciones al país para crecer en un contexto internacional complejo, aunque estas normalizaciones generarán un escenario de recesión durante el 2016. La inflación es la principal variable que genera cierta incertidumbre y será determinante su comportamiento en la segunda parte del año para medir el éxito de las medidas actuales para su contención. Una baja sustancial en la inflación generará mejores condiciones para la inversión, principalmente por la previsibilidad en la estructura de costos.

Las expectativas para los próximos 4 años son positivas principalmente por un concepto plasmado de “Desarrollismo” e incierta por una cuestión estrictamente vinculada a la “gobernabilidad”. Los Planes de Infraestructura a nivel nacional (vital en nuestro negocio) son de gran magnitud y muy bien visto por nuestro sector. Los consensos políticos, los indicadores económicos y el resultado de las elecciones de mediano termino (2017) serán determinantes para la continuidad de las políticas actuales, del cual aún nuestro mercado no se ha beneficiado. Nuestro sector funciona con actividad económica y de su comportamiento dependerá la suerte del negocio. El gran protagonista de nuestro negocio en los últimos años ha sido el gasto público, aspirando en esta oportunidad a un combo más sustentable que se base en un estado fuerte (Gastos Público), que se potencie con el acceso al crédito internacional (préstamos blandos) y una actividad privada (IED) más protagonista de la economía real. Estamos expectantes pero muy atentos a la dinámica de lo que viene.

Los potenciales Planes de Infraestructura anunciados, la reciente salida del default y una reapertura al mercado internacional generarían un escenario productivo para los seguros de caución.