El sueño americano: 55 millones de trabajadores no tienen plan de retiro.
En los Estados Unidos, se puede vivir hasta los 90 años, pero pocos se están organizando económica y financieramente para solventar esa extensión de vida. Solo el 25% trabaja con asesores financieros», comenta Alison Salka, vicepresidenta y directora de Investigación en Limra.
Según la ejecutiva, «en relación a los seguros, el 61% está escasamente informado respecto de las herramientas de protección (25% nada informado, 36% no muy bien informado), por lo que no asumen un papel activo en la gestión de sus recursos actuales en vistas a su propio futuro. Apenas un tercio cuenta con un plan a largo plazo».
Se suma que «este mercado necesita asistencia para planificar. Está manejado por aseguradoras en un 40% y 60% por administradores de activos».
Otro dato es que 55 millones de trabajadores en los EE.UU. no tienen acceso a un plan de retiro en el trabajo. Por eso, una medida que resultó efectiva fue inscribir automáticamente a los empleados en un plan de retiro. No obstante, el 24% de personas no aprovecha el plan si se le ofrece.
Por otra parte, el crecimiento de la relación entre trabajadores y no trabajadores impulsó cambios en la reforma de las pensiones. «El 87% de los empleadores está de acuerdo con que la preparación para la jubilación de los empleados es una medida importante de su éxito en los beneficios de jubilación. Los empleadores son responsables de ayudar a los empleados a cumplir sus metas de ahorro para la jubilación», asegura la directiva.
Hoy, el 58% de los estadounidenses considera las posibles reducciones en los ingresos de retiro del Seguro Social como una gran preocupación. Tomando los datos de Limra de 2016, la experta concluye que será inevitable que las pensiones como fuente de ingresos se reduzcan un 50% para las generaciones futuras.
Hoy en Estados Unidos hay 500.000 personas de más de 100 años, pero en 2020 habrá 3.700.000. Es decir que, en términos porcentuales, es el segmento etario que más crece en el mundo. En un mundo donde haya gran parte de la población con edades de más de 100 años los sistemas previsionales de reparto serán insostenibles en poco tiempo.