Como consecuencia de la inseguridad los motociclistas buscan protegerse con alarmas y seguros: en las concesionarias creció la venta de alarmas y las aseguradoras observan una mayor demanda de cobertura contra robos.


Los motociclistas buscan protegerse de la delincuencia por todos los medios posibles. Y esa actitud ya se visibiliza tanto en las concesionarias de motos como en las compañías de seguros, donde los usuarios de estos rodados prefieren desembolsar unos billetes de más antes que exponerse a los asaltos.

Cada vez son más las personas que adquieren alarmas cuando van a comprar sus motos. Tienen un costo promedio de $ 1.800. En cuanto a su funcionamiento, en caso de que la moto no esté cerca del dispositivo que la habilita a funcionar, la moto se para, y si alguien intenta violentarla con movimientos o golpes, comienza a sonar la alarma. Hay otras alarmas con monitoreo satelital que tienen un costo adicional y que son más para motocicletas de alta gama, que justifican ese costo.

Los repuestos
En cuanto al mercado negro de repuestos que existe como consecuencia de los robos y el funcionamiento de los desarmaderos clandestinos, los productos consumibles que se desgastan con el uso de la moto, como pueden ser cubiertas, aceite o pastillas de freno, van creciendo en consumo porque hay cada vez más motos en la calle. Lo que sí por ahí disminuye es la venta de repuestos que sirven para rearmar una moto, como una rueda o un motor, y eso sí puede estar afectado por el tema de los robos.

Cada vez son más los motociclistas prefieren pagar más con el objetivo de estar mejor protegidos. El seguro de cobertura norma tiene un valor promedio de $ 190 mensuales, mientras que el seguro contra robos parte de los $ 250, dependiendo del modelo de la moto.